En su segundo torneo tras el “reencuentro”, el uruguayo Diego Ramos y el argentino Agustín Torre van en búsqueda de su primer título ante la pareja más en forma de la temporada: Tolito Aguirre y Gonzalo Alfonso.

En dos semifinales muy diferentes, las parejas 2 y 4 consiguieron el pase a la gran final del Sanlúcar de Barrameda Open que se disputará este domingo a partir de las 18 horas. Torre y Ramos eliminaron a Allemandi-Pereyra en dos tie break, al tiempo que Los Mágicos dieron pocas opciones a la pareja revelación Santi Pineda y Cristobal García (6/1 6/1).

Tras la pobre imagen que dejaron en Francia cuando cayeron en primera ronda en su regreso como pareja, Diego Ramos y Agustín Torre volvieron a demostrar hoy en tierras andaluzas que estuvieron acertados en la decisión de juntarse nuevamente.

Hoy, en un partido muy igualado que pudo caer para cualquier lado, estuvieron más acertados en los momentos importantes ante Allemandi y Pereya, en esos dos tie breaks que definieron el partido.

Una victoria importantísima en esa lucha que mantienen ambas duplas por la cuarta posición en el ranking de parejas.

Imparables

En la otra semifinal, poco pudieron hacer Pineda y García ante Los Mágicos, que brindaron otra exhibición de pádel y acallaron a los seguidores andaluces que acompañaron el sueño de los sevillanos.

Las diferencias quedaron plasmadas desde el primer juego, cuando Aguirre y Alfonso rompieron el saque de Pineda. Fue el primer aviso de lo que se vendría. 

Los nervios le jugaron una mala pasada al jovencísimo Pineda en el arranque y para juntar ante Los Mágicos hay que estar al 200%.

Más allá de la magia que ofrecen en cada punto, Aguirre y Alfonso están demostrando mayor compenetración como pareja, sabiendo cada uno que hará el otro en cada punto. De ahí que a nadie extraña que hayan estado en todas las finales disputadas hasta el momento. Llevan 24 partidos jugados y una sola derrota.

Mañana parten como favoritos para levantar el cuarto trofeo del año, pero no se pueden fiar ante un binomio rioplatense que lucha cada punto como si fuera el último.